Con la temporada navideña mi sobrina recibió un Switch, es peque así que estuve buscando opciones de juegos que la entretuvieran, fueran buenos y le dejaran algo además de diversión. De entre las varias opciones encontré un juego indie muy bueno para cuestiones de planeación, límites, coordinación y trabajo en equipo, así que hoy les hablaré de este juego interesante llamado Ibb & Obb.
Cooperación en rosa y verde
Ibb & Obb es un juego que salió originalmente en el 2013 para la consola PlayStation 3, creado por Richard Boeser y Roland Ijzermans, el juego surgió inicialmente como el proyecto de graduación de Boeser en el 2007. El juego se basa en la cooperación entre dos personajes, uno de color verde y pequeño y otro de color rosa un poco más grande, con estos dos personajes se deben recorrer escenarios coloridos mientras resolvemos desafíos lógicos para obtener rombos blancos (similares a cristales o trozos de sal de mar jaja) al final de nuestras expediciones en los escenarios veremos en resultados cuantos cristales obtuvimos, completar los cristales nos hará acceder a niveles secretos.
Posteriormente a su salida original, el juego estuvo disponible para PC en Mayo del 2014 y su relanzamiento más reciente en Marzo del 2020.
“Ibb & Obb” puede sonar sumamente simple, pero conforme se avanza en los niveles la dificultad y las acciones a realizar aumentan, esto genera que un juego aparentemente simple te ponga a pensar antes de hacer brincar a tu personaje (y gruñir un poco cuando no alcanzas a hacer un salto y tienes que iniciar de nuevo jeje).
Tú saltas, yo salto y después saltamos los dos
Pasemos ahora a la parte principal de las mecánicas del juego y la que mayor aporte tiene a la psicología, las habilidades cognitivas que usamos para resolver el juego, pues aunque el principal componente de la resolución de los niveles es la física, todo los procesos internos que realizamos para jugar (en general) son las habilidades cognitivas.
Por las imágenes que han visto aquí y por lo que les he explicado, para que un juego con una premisa tan sencilla nos brinde tanto desarrollo en las habilidades cognitivas es interesante y notable, pues la gran mayoría de los juegos se enfocan más en algunas de ellas y tienen una jugabilidad más compleja que “Ibb & Obb”.
De forma general las habilidades cognitivas que se usan mientras jugamos “Ibb & Obb” son las siguientes: Percepción, Atención, Comprensión, Memoria, Razonamiento, Orientación, Funciones Ejecutivas y Metacognición.
Estas habilidades las usamos en la vida cotidiana y son primordiales para nuestro desarrollo como seres humanos, algunos errores en el funcionamiento de estas habilidades nos puede causar problemas al interactuar con nuestro entorno y con otras personas.
Explicar más a fondo las habilidades haría de este texto algo muy largo, así que aquí les dejo un enlace dónde se explican a detalle las habilidades mencionadas.
Pero si explicaré habilidades usadas al resolver un área del juego:
Como se ve en la imagen de arriba tenemos a nuestros dos personajes saltando entre semicírculos con espinas, que al contacto nos desintegran y tenemos que reiniciar las acciones desde un punto previo. Para resolver esta sección del juego tuve que coordinarme con mi sobrina y darle instrucciones precisas de lo que debía hacer.
Los “picudos” se movían de derecha a izquierda y al tocarse cambiaban de dirección, tomando esto en cuenta y que los personajes no pueden saltar al “picudo” más grande se tiene que planear tanto los saltos como el hecho de que el personaje verde salte desde el personaje rosa, para así evitar al enemigo grande, cruce el campo de energía blanco y toque a los personajes del lado blanco para volverlos cristales.
Veamos nuevamente la imagen con algunas notas visuales para hacer más claro el párrafo anterior:
En esta segunda imagen vemos primero del lado izquierdo una estrella de 4 puntas, es el inicio de esta sección y la estrella con 5 puntas indica el final de esta sección con el portal para salir y hacer que los enemigos se vuelvan cristales. El personaje rosa, con el verde encima, debe saltar dónde está la flecha rosa, a su vez el personaje verde debe saltar hacia la derecha para evitar al “picudo” más grande y seguir como lo indican las flechas verdes para atravesar el portal; mientras el personaje verde hace eso, el personaje rosa debe mantenerse brincando para evitar ser golpeado por los “picudos” y quedarse para que una vez hechos cristales los “picudos”, se recolecten.
Esto que les acabo de contar llevó muchísimos intentos y coordinación, además de lograr que mi sobrina siguiera adecuadamente las instrucciones. Al final después de un rato cumplimos esta parte del juego y seguimos avanzando.
Y este es tan sólo el ejemplo de una sección del juego, conforme vas avanzando las situaciones se hacen más desafiantes.
Prefrontales y el desarrollo
Esta sección será de neuroñoñeo algo intenso, para que estén prevenidos jeje 😂
Para hablar un poco de cuestiones del neurodesarrollo usaré como base la revisión de Fiske y Holmboe (2019) “Neural substrates of early executive function development” ₁ en el cuál se revisan diversos artículos que analizan el desarrollo de las funciones ejecutivas.
El desarrollo de las funciones ejecutivas se ha estudiado ampliamente en la infancia, aunque propiamente, es hasta los 25 años aproximadamente, que la corteza prefrontal termina su maduración. El enfoque en la infancia se da por la rapidez con la que se desarrollan nuestras capacidades cognitivas, pues como lo menciona el artículo, hay estudios de neuroimagen con niños en los que se observan cambios debido a la especialización de las funciones con sólo dos años de diferencia en la edad.
La memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva son 3 componentes principales de las funciones ejecutivas, estos componentes nos permiten a la larga desempeñar tareas complejas en ciertos momentos del desarrollo, pero que dada su repetición, se vuelven tareas cotidianas para un humano adulto “normal”.
La porción dorsolateral de la corteza prefrontal se ve especialmente involucrada en la memoria de trabajo, observándose su activación desde los 5 meses de edad y logrando especializarse a lo largo del desarrollo. Conforme se especializan las funciones y dependiendo de la especificidad de las tareas de la memoria de trabajo, se puede observar involucramiento de áreas como la corteza parietal superior (bilateral), giro frontal inferior derecho, corteza orbitofrontal, ganglios basales y tálamo. Esto sólo resalta el hecho de que una función no depende aisladamente de un región sumamente específica del cerebro, por el contrario, la comunicación eficiente con múltiples regiones, nos permite utilizar adecuadamente la memoria de trabajo.
Otro de los componentes de las funciones ejecutivas, y quizás el más fácil de “ver” en niños, es el control inhibitorio. Para los niños es más difícil inhibir ciertas respuestas ante un estímulo (un breve ejemplo es el que cité en un escrito anterior de no comer una galleta 🍪 que esta frente a ellos por un determinado tiempo, bajo la promesa de recibir dos galletas al cumplir con la condición 🍪🍪) que para los adultos. La corteza frontal inferior derecha es el área que se ha visto muy involucrada con este componente, su especialización se culmina en etapas tardías de la infancia / adolescencia temprana, razón por la cuál en los adultos es más fácil observar el control inhibitorio (y bueno, hasta algunos adultos tienen problemas inhibiéndose jeje).
El último componente es la flexibilidad cognitiva, que puede se puede observar cuando una persona se adapta ante situaciones súbitas no controladas por ellos, cabe aclarar que este componente implica un reto especial para personas dentro del espectro autista, pues pone a prueba la rigidez de los esquemas que el espectro resalta. En actividades de cambio de reglas, en las cuales se hace un cambio súbito a una regla previamente acordada, se observa en los niños activación en el surco frontal superior derecho, pero en los adultos se observa activación adicional en la corteza parietal superior izquierda y el tálamo, esto indica que el mejor desempeño se muestra cuando existe un mayor desarrollo en áreas frontales y parietales.
La corteza frontal inferior vuelve a mostrar activación en este componente y en etapas adultas la activación se vuelve bilateral. Otra región crucial para este componente es la corteza anterior del cíngulo, que cumple una función de evaluación y monitoreo ante un conflicto cognitivo. La activación de la corteza anterior del cíngulo se observa en los adultos y adolescentes, un ejemplo más de que la maduración de las funciones se realiza de forma un tanto tardía.
Y después de tanto ñoñeo
Una vez explicado el juego y algunos componentes cognitivos que usamos a lo largo del desarrollo ahora queda cerrar este escrito con algo más ligero…
Autor: Mario H. Vásquez