Algunas veces mientras me encuentro escuchando música o leyendo, recuerdo momentos pasados de mi vida, buenos y malos, lo que hice y lo que dije, así como lo que no dije y no debí hacer, y cómo es inevitable, pienso en que hubiera sido de mi historia con decisiones diferentes a las que tomé. Mi vida tal vez hubiera dado un giro en 180 grados o sólo en 90 jeje, no lo sabré, aunque las aventuras que viví cuando era pequeño son parte de quien soy ahora. ¿Qué pasaría si pudiéramos cambiar nuestras elecciones, corregir nuestros errores, hacer las cosas diferente? esta idea es algo que ronda en la mente de los seres humanos y algo muy “real” para un pequeño niño, llamado Link, que inicio una odisea épica en Hyrule.
Una aventura de fantasía y pixeles
El primer juego de la legendaria saga The Legend of Zelda vio la luz en el año 1986 para el Family Computer System (conocido como Famlily o Famicom), aunque para las regiones de Europa y Norteamérica llegó como un juego de Nintendo Enterteinment System (el NES jeje) el juego fue diseñado por Shigeru Miyamoto, legendario diseñador de videojuegos a quién le debemos la creación de las principales sagas de juegos de Nintendo, y por Takeshi Tezuka, quién escribió la historia del juego basándolo en un cuento de hadas, inspirado en parte, por El Señor de los Anillos.
La obra surgida del trabajo de estos dos grandes personajes (y otros grandes involucrados, como el compositor Koji Kondo) fue un enorme hit en ventas y en la crítica, siendo votado cómo uno de los mejores juegos de toda la historia y brindando una serie de personajes icónicos hasta la fecha. Algo destacable de este juego es que sentó las bases de lo que posteriormente se conocería como RPG (Role Playing Game) aunque el juego no incluía elementos que ahora se consideran fundamentales de este género.
El legado de las aventuras de Link y el mundo de Hyrule es enorme y muy vasto, lleno de saltos temporales, diversas realidades y de juegos que han sido reverenciados por su excelente jugabilidad e historia.
Por el momento me centraré en el personaje de Link, pues a pesar de estar siempre con nosotros, como el protagonista de la saga, Link no ha sido el mismo en todos los juegos que hemos jugado.
El inicio del viaje de un héroe
Parte de la inspiración de este escrito es hacer notar que aunque siempre hemos usado a Link para jugar la serie de Zelda, no siempre hemos utilizado al mismo Link, esto puede ser un tanto complejo de entender pero explicaré un poco de cómo se desarrollo el personaje y del rol que cumple un héroe en las historias en general.
En su libro de 1949 “Las mil caras del héroe” ₁, Joseph Campbell escribe y describe las pautas del personaje llamado “Héroe” que hemos visto desde la antigua Grecia hasta producciones de hoy en día. Veremos algunos pasajes de este libro para explicar momentos de Link, y adicionalmente, explicar parte de nosotros proyectada en el “héroe”.
Link inicia su aventura desafiando la incertidumbre entrando en una cueva y recibiendo de un anciano una espada junto con la ya icónica frase de la saga “IT’S DANGEROUS TO GO ALONE! TAKE THIS” (Es peligroso ir solo, toma esto) desde este primer momento ya tenemos un componente psicológico importante, pues el anciano recompensó a Link al vencer su miedo a la incertidumbre de la cueva, en este preciso momento se enmarca lo que Shigeru Miyamoto quiso exponer de su infancia: al salir de aventura, recorriendo un bosque un niño supera sus miedos y es recompensado ganando experiencias de esto, sabiendo que habrá incertidumbres en su futuro, pero no está solo, tiene una poderosa espada (que bien podríamos llamar Valor, aunque en futuras entregas será llamada “Master Sword”).
Campbell menciona en su libro que “el primer encuentro de la jornada del héroe es con la figura protectora (a menudo una viejecita o un anciano), que proporciona al aventurero amuletos contra la fuerza del dragón que debe aniquilar” (p.70) en el inicio de la saga está presente este momento, Link recibe una espada su primer arma y sin la cuál no podría atacar a sus primeros enemigos del juego. En el inicio de esta entrega de la saga no vemos un “inicio” de Link, únicamente nos informaron que debemos salvar a la princesa Zelda de la maldad “Ganon”.
Dentro de las aventuras que vive Link vemos diversas facetas representadas por edades y eventos desencadenados de un juego, el “Ocarina of Time”, en este juego en el que usamos una ocarina para tocar melodías e incluso viajar en el tiempo. Este Link es el que desata las diversas líneas temporales que componen muchos títulos de la saga y que hacen que seguir las historias de Hyrule en 3 diferentes realidades, una en la cuál Link pierde el duelo decisivo contra Ganon al final de “Ocarina of Time”. Para aumentar un poco más la complejidad de las líneas temporales, el primer juego de “The Legend of Zelda” es casi el último título de una de las líneas temporales de la saga.
Un mismo Link, diferentes personas
Los diversos caminos temporales que hemos visto de juegos de “The Legend of Zelda” nos han presentado siempre a Link, pero, siempre hemos visto dos “momentos” de la vida de Link, lo hemos visto como un niño o como un adulto.
Sobre la infancia de los héroes, Campbell nos menciona que cuando se indica que el héroe es un infante: “Es lanzado a sus propias profundidades interiores o hacia afuera, a lo desconocido; de cualquier modo, todo lo que toca es la oscuridad inexplorada. Esta es una zona de presencias insospechadas, benignas o malignas…” (p.291-292). En múltiples juegos vemos como Link es un niño que desconoce mucho de las leyendas del lugar dónde vive, tiene orígenes humildes (ayudante de un herrero o ser un simple ingeniero del reino), en la mayoría de las veces Link no tiene familia (a excepción de algunos juegos) lo cuál nos sitúa más en el contexto de que en ocasiones se enfrenta a la “oscuridad” desde antes de iniciar la aventura que nosotros vemos. Al ser siempre el héroe, inicia una aventura en la cuál su mundo cambia y tiene que explorar lo que yace más allá del bosque o el mar, internándose en lo incierto. “Los mitos están de acuerdo en que se requiere una extraordinaria capacidad para enfrentarse y sobrevivir a tal experiencia. Las infancias abundan en anécdotas de fuerza, habilidad y sabiduría precoces.” (p.292)
El juego más reciente de la saga principal nos presenta un inicio diferente, con Link despertando en el Templo de la Resurrección, para evitar que sucumbiera ante el mal desatado en Hyrule y “reviviendo” 100 años después de la batalla de los campeones y el héroe contra las fuerzas del mal. Este juego nos plantea una concepción del héroe desde una perspectiva diferente, el héroe se “ausenta” en un momento crucial para volver en un momento más adecuado para que tenga éxito en su misión.
Campbell ejemplifica esto mencionando al héroe del “Kalevala” ₂, la epopeya nacional finlandesa, “Väinämöinen renació de los vientos y de las aguas elementales; su don era levantar o someter con canciones poéticas los elementos de la naturaleza o el cuerpo humano” (p.287) Para proporcionar un ejemplo similar al citado anteriormente (y basado en el mismo héroe) cuando Gandalf sucumbe ante un Balrog y por los sucesos desatados por Saruman, es revivido asumiendo el rol que originalmente tenía Saruman como el mago de mayor sabiduría y poder.
Es así como en “Breath of the Wild” Link despierta para salvar de nuevo a Hyrule de la amenaza de Ganon y recuperar las memorias de sus antiguos compañeros campeones y de los momentos que compartió con la princesa Zelda. En esta nueva etapa de Link adulto…
Autor: Mario H. Vásquez
Referencias
- ₁ Campbell J. (1959) “El Héroe de las Mil Caras. Psicoanálisis del Mito”, Fondo de Cultura Económica
- ₂ Lönnrot E. (2004) “Kalevala”, Alianza Editorial